La situación de uno de los detenidos por el crimen de Candela Sol Rodríguez, Ramón Néstor Altamirano, se complica cada vez más. El cotejo de su ADN con el encontrado en la casa donde habría estado cautiva la niña, dio positivo.
El ADN de Altamirano fue encontrado en una colilla de cigarrillo que incautó la Policía en el domicilio de la calle Kierman 992, el día después de que se halló muerta a la niña.
En principio, el dato no contradice la versión dada por la familia del sospechoso. Es que Nélida, la mujer del detenido, admitió esta tarde en Radio 10 que Altamirano había estado en el domicilio para darle de comer a un perro.
Pedido de excarcelación
Pablo Carpaneto, abogado defensor de los Monteros, aseguró que sus clientes "no tienen conocimiento de que la nena haya estado en la vivienda de la calle Kiernan", por lo que solicitó la excarcelación de ambos.
El letrado dijo que Cabrera le ofreció a los Monteros "retirar algunas cosas" de la vivienda, ya que tenía pensado alquilarla en breve. "Ellos le dijeron que no tenían flete y ella les ofreció a (Gustavo Daniel) Valenzuela (otro de los detenidos) y arreglaron llevar todo a Soldati el 31 de agosto", agregó.
Según el abogado, los Monteros "no vieron a la nena ni notaron nada raro". Consultado sobre el papel de Cabrera, señaló que los torneros "tienen la absoluta certeza de que la mujer no participó del hecho".
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