Según fuentes policiales, los acusados actuaron bajo las viejas creencias de Oceanía y decidieron unieron a una secta para atacar a las personas señaladas por sus vecinos por cometer actos de "brujería". Los miembros de esta secta entonces, capturaron y mataron a los brujos. Acto seguido, se morfaron (sin cocinar ni condimentar) los cerebros de los 'brujos' y ya que estaba, se llevaron partes de sus cuerpos, como el hígado, el corazón y los “penes”, a la vivienda colectiva de los varones en la aldea.
"Eso es para que nuestros jefes, se las coman y adquieran poderes a partir de ellas", explicó uno de los caníbales detenidos y además agregó que “de esta manera tenemos protección contra las balas de armas de fuego”. Además, dentro del menú, los acusados contaron que prepararon sopa con los penes de los asesinados (no eran pene rigatti, aclaramos).
"No pensaban en que estaban haciendo algo criminal, ellos admitieron abiertamente que lo hicieron”, aseguró el jefe policial de la provincia de Madang, Anthony Wagambie. El tema es que entre los 29 detenidos figuran un nene de 13 años y un maestro de una escuela, así como siete mujeres.
Según los datos suministrados por el diario The National, se estima que entre 700 y 1.000 personas practican el canibalismo en la zona. Pero esta vez, estas 29 personas entre hombres y mujeres fueron capturadas luego de la denuncia y ahora comparecerán ante el tribunal de Madang, afrontando cargos de asesinato premeditado, que en caso de ser encontrados culpables, deberán afrontar la pena de muerte.
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