DATO EXTRA |¡Muy fea!...la actitud digo. Esto sucedió en una pequeña provincia de China. La historia cuenta que un hombre identificado como Jian Feng, sorprendió a todos los habitantes de aquella localidad cuando solicitó oficialmente el divorcio de su esposa por considerar como “horrible” a su hija recién nacida. ¡Ya fue todo!
Todo comenzó con el nacimiento de la primera hija de la pareja, ya que el padre no encontró parecido de la recién nacida con ninguno de sus progenitores y sospecho, lo que todos: era cornudo. Ante las presiones de Feng, la esposa terminó confesando lo impensado: que en realidad ella sí se parecía a la bebé. El marido no entendía de lo que hablaba hasta que ella terminó explicándole su problema en la juventud: su mujer era un bicho canasto, pero las cirugías la dejaron como "nueva".
Así como lo leen, la mujer de este hombre era un cuco cuando era chica, por lo que decidió someterse a varias cirugías antes de conocer a su esposo, gastando al rededor de 100 mil dólares en su cambio, situación que no le confesó a su pareja cuando se conocieron.
Molesto por la gran mentira y bastante inconforme con la apariencia “horrible” de su pequeña hijita, Feng pidió la anulación del matrimonio y una millonaria indemnización, resaltando que 'de haberla conocido al natural, jamás me habría casado con ella'. ¡Durísimo!
Alegando que se casó bajo una mentira y tras varios meses de juicio, Feng obtuvo la poca despreciable suma de 120 mil dólares como compensación.
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