Diego Esper, licenciado en administración de empresa y docente de la UNSa, fue asesinado hace tres años en su departamento ubicado en calle Deán Funes al 300 en pleno centro de la capital provincial, a media cuadra de la comisaría 1.
Durante meses la policía investigó el crimen, aunque nunca llegó a probar el móvil del mismo detuvo al presunto autor del hecho, un camionero catamarqueño.
El camionero catamarqueño Rodolfo Benjamín Suárez está detenido como presunto autor material del homicidio; en tanto Cristian Morcillo Castillo, un fisicoculturista y streeper tartagalense, está imputado por el delito de encubrimiento, aunque el mismo se encuentra en libertad.
A tres años del hecho, la Justicia no estableció fecha del juicio oral y público, a pesar de que la causa ya fue elevada a esa instancia en abril de este año. Sucesivas presentaciones de los defensores de los imputados, en especial del camionero Suárez, han conseguido retrasar el proceso, por lo que los padres del joven, asesinado a los 33 años de edad, participan en forma constante en marchas para reclamar contra la impunidad que se realizan en la capital provincial, y ahora organizaron una manifestación con ese fin en Tartagal.
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