Una mujer en Reino Unido falleció luego de sufrir un paro cardíaco tras estar dos meses sin defecar. Su intestino creció tanto que hizo que se movieran de lugar el resto de sus órganos.
Emily Titterington sufría de autismo y había tenido problemas en sus intestinos durante toda la vida, pero se negaba a ser examinada.
Lee Taylor, el paramédico que la atendió, aseguró que acudió dos veces al hogar de Emily para atenderla. En su primera visita la vio pálida y con dolor en los omóplatos, pero ella se negó a ir al hospital. La segunda vez la encontró tirada en la puerta del baño.
"Su abdomen estaba sumamente extendido. Sus costillas estaban salidas", relató.
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