El dinero irá destinado a la investigación de la enfermedad de su hermano, a quien diagnosticaron hace dos años el Síndrome de Angelman. Fue entonces cuando la pequeña, que contaba con cuatro años de vida, decidió montar un puesto de limonada frente a su casa para conseguir dinero para curar a su hermanito pequeño Nadav, que sufre distintas deficiencias neurológicas y físicas causadas por su enfermedad.
El logro de Na’ama ha tenido tal repercusión que la niña fue invitada el pasado lunes a un partido de hockey benéfico por el día mundial de esta patología, celebrado en Toronto. La pequeña aceptó la invitación y acudió al evento con limonada y dulces horneados para vender durante el partido y seguir recaudando dinero para la investigación.
Y sus esfuerzos han dado los frutos tan esperados, ya que ha conseguido el dinero suficiente para contratar a un investigador doctorado que se encuentra trabajando para hallar una cura para el Síndrome de Angelman. Algo que la madre de la pequeña considera “muy inspirador”, ya que el investigador sabrá que su sueldo “viene de una niña pequeña que ha estado vendiendo limonada a 50 centavos cada vaso”.
Na’ama, por su parte, dijo que su objetivo siempre fue conseguir que su hermano “sea capaz de hablar, de patinar y, quizá algún día, sea capaz de jugar al Hockey”.
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