Una mujer, identificada como María Agostinucci, denunció a un vecino que dejó de alimentar a su perro y luego lo arrojó moribundo a un tacho de residuos de la municipalidad de Campo Quijano.
Agostinucci encontró al animal dentro de una bolsa y lo llevó rápidamente a un veterinario, quien reveló que se encontraba en un estado de desnutrición grave. Pese a los esfuerzos por salvarlo, murió en cuestión de horas, por lo que radicó la denuncia del caso.
En vista de ello, el fiscal, Gustavo Torres Rubelt, inició una investigación preliminar que le permitió verificar la existencia de otros dos canes que también se encontraban en estado de abandono en una vivienda, ubicada en Avenida 9 de Julio al 400.
Ante ello, la policía se presentó en el inmueble a fin de que el vecino haga entrega de los animales. Se trata de dos canes raza mestizos, de ocho meses, macho y hembra, con un diagnóstico de anemia e inanición pronunciada, deshidratación y un peso de 10 y 7 kilos respectivamente.
La investigación penal se encuentra caratulada bajo el artículo 1 de la Ley de malos tratos y actos de crueldad a los animales, Ley 14.346, la cual prevé una pena de quince días a un año de prisión.
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