Adam y Neil Pearson, de 31 años, desde pequeños luchan con los embates de la neurofibromatosis tipo 1, una enfermedad que afecta sólo a 1 de 3.000 personas en el mundo y que cambió sus vidas al cien por ciento.
Cuando la señora Pearson alimentaba a sus pequeños hijos, regularmente los confundía. Ahora, ellos lucen completamente diferentes y nadie les cree que son gemelos.
La cara de Adam se desfiguró por tumores cancerígenos benignos que empezaron a crecer de manera incontrolable cuando él tenía 5 años. Adam se ha sometido a 33 operaciones, pero aun así su enfermedad sigue avanzando dejándolo con severos daños en la vista.
Debido a este problema, Adam desde pequeño tuvo que enfrentar las burlas de sus compañeros en la escuela donde lo apodaban Cuasimodo y el hombre elefante. “No importa la mentalidad que tengas, si fuiste víctima de burlas en la escuela, nada en la vida se hace fácil”
Pero Adam siguió adelante y de adulto comenzó a formar parte de varios programas de televisión en los que se incluían a personas con deformaciones. El objetivo de Adam era a través de sus apariciones dar apoyo a las personas que sufren deformaciones y, además luchar contra la discriminación.
Neil, su hermano, también padece la misma condición genética pero no tiene tumores en su cara. La batalla de Neil es contra la epilepsia y la falta de memoria a corto plazo, ya que ni siquiera puede recordar qué día es.
Adam y Neil crecieron en Londres y aún viven con sus padres y esperan colaborar con investigaciones para saber de qué forma se seguirá comportando esta enfermedad en el futuro.
Adam ahora se enfoca en encontrar una novia y espera formar una familia, de hecho, dice ser un gran fan de Tinder. Neil, su hermano, sigue luchando con la pérdida de memoria y se declaró un gran admirador de Adam, quien tuvo que soportar la parte más difícil de la enfermedad causada por la desfiguración facial.
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