Balancear todo puede agobiarnos y estresarnos. La mayoría de nosotros es consciente del efecto que esto tiene en nuestra salud. Presión alta, colesterol, obesidad y deficiencia nutricional son algunos síntomas que han sido vinculados con el estrés. Sin embargo, cómo afecta nuestra vida sexual es otro tema.
El estrés puede desordenar nuestras hormonas: puede aumentar el nivel de hidrocortisona en nuestro cuerpo. Esta hormona está involucrada en muchos procesos de nuestro organismo, entre ellos, la producción de hormonas “sexuales”. Además, esto puede generar un aumento de peso. Entonces, si estás estresado, además de ver cómo tu apetito sexual disminuye enormemente vas a notar que ganas algunos kilos. Ambas cosas afectan tu vida sexual directamente.
El estrés nos da sensación de agotamiento. Nuestro cuerpo y mente se encuentran sobre exigidos por lo que nos encontraremos todo el tiempo exhaustos. Esto no solo nos hará tener menos ganas de tener sexo sino que además si lo tenemos no podremos disfrutarlo. Si lo único que querés es tener sexo e irte a dormir lo antes posible, no será la experiencia más placentera.
El estrés hace que te enojes más fácil. Nadie jamás dijo que se encontraba estresado y de buen humor. Si estás cansado y con otras cosas en la cabeza, no vas a estar con ánimos muy románticos. Tener sexo enojado no es bueno ni para vos ni para tu pareja.
El estrés puede generar problemas de pareja. Si estamos cansados, de malhumor e irritables es probable que discutamos con nuestra pareja. Es probable que el otro no tenga nada que ver con lo que nos pasa pero el problema está en nosotros. Si estamos teniendo conflictos nuestra pareja es muy probable que no tengamos sexo como daño colateral.
Entonces, ¿Qué podemos hacer? Podemos empezar por reconocer cómo nos encontramos. Si estás sintiendo tanto estrés que reconociste todos los problemas que mencionamos, es hora de hacer algunos cambios en nuestra vida.
Tómate un momento y evalúa qué estás haciendo. Eliminar algunos puntos de tu agenda puede hacer mucho por tu bienestar.
Otro punto, es importante es hablar con tu pareja, si tu vida sexual se ve afectada, también la de ellos. Además, tu media naranja puede ayudarte a relajar y ver las cosas desde otra perspectiva.
Todos sentimos estrés algunas veces, lo importante es aprender a manejarlo de tal manera que no afecte los demás aspectos de nuestra vida.
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