Brittni de la Mora, quien fuera una de las estrellas del cine porno más exitosas del mundo, dejó la industria de las películas condicionadas para transformarse en pastora de la iglesia Cornestone en la ciudad estadounidense de San Diego, California.
Hace algunos años la mujer que se hacía llamar Jenna Presley, apareció en más de 300 videos sexuales y fue reconocida en todo el planeta, pero ese estilo de vida la llevó a hacer adicta a diferentes estupefacientes.
"Estaba luchando para pagar mi renta porque tenía una adicción a las drogas realmente mala. Gastaría miles y miles de dólares a la semana en drogas, comencé con la cocaína, pero luego, finalmente, estaba luchando contra una adicción a la heroína", afirmó.
Brittni de la Mora, quien fuera una de las estrellas del cine porno más exitosas del mundo, dejó la industria de las películas condicionadas para transformarse en pastora de la iglesia Cornestone en la ciudad estadounidense de San Diego, California.
Hace algunos años la mujer que se hacía llamar Jenna Presley, apareció en más de 300 videos sexuales y fue reconocida en todo el planeta, pero ese estilo de vida la llevó a hacer adicta a diferentes estupefacientes.
"Estaba luchando para pagar mi renta porque tenía una adicción a las drogas realmente mala. Gastaría miles y miles de dólares a la semana en drogas, comencé con la cocaína, pero luego, finalmente, estaba luchando contra una adicción a la heroína", afirmó.
Las adicciones golpearon fuerte a Brittni
Brittni comenzó a desnudarse para sesiones fotográficas para pagar la universidad y fue reclutada por dos productores porno que le dijeron hacían "películas románticas" y que ella estaba destinada a ser una estrella.
"Fui ingenua pero no tanto, sabía que estaban hablando de películas porno. Me aceptaron para que fuera representada por una agencia de primer nivel y cambie para convertirme en una estrella porno de tiempo completo. Abandoné la universidad", comentó.
La chica llegó a ganar unos 30.000 dólares mensuales.
También tuvo problemas de salud por la presión de las productoras que la contrataban que la "acusaban de estar gorda" y que necesitaba perder si o si algunos kilos para continuar en la industria.
A pesar de la fama, no soportó la presión y tras tener recurrentes pensamientos suicidas, decidió mudarse de Los Ángeles a San Diego a la casa de su abuela, quien le recomendó que se acerque a Dios para poder "sanar".
En la iglesia Cornerstone, a la que ella asistía, predicaba el pastor Richard de la Mora, con quien en el transcurso de año se enamoraron, contrayendo nupcias el 2016 y ahora dirigen el ministerio de jóvenes adultos en la misma iglesia.
Se casó a menos de 1 año de haber conocido a su pareja.Brittni también asiste a convenciones sobre pornografía para hablar con los artistas sobre las enseñanzas de la Biblia y trabaja en bienes raíces.
"Ahora soy un agente de bienes raíces y gano tanto como lo hice en la industria del porno y no tengo que quitarme la ropa, así que ahora estoy mucho más feliz", expresó la mujer renovada.
"Vivo la vida sin arrepentimientos. Si nunca hubiera entrado en la industria del porno, no habría podido hacer todas las cosas increíbles que estoy haciendo ahora", finalizó la predicadora.
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