El mirador turístico de Tartagal, fue el lugar elegido por delincuentes, los vecinos y colaboradores del lugar de oración piden por la solidaridad si alguien vio o tiene alguna información. La Capilla se emplaza en las serranías del oeste de la ciudad.
SU HISTORIA:
La capilla de La Loma fue levantada en ese lugar por los curas franciscanos que años antes y provenientes de Tarija (Bolivia) tenían la difícil misión de evangelizar a los originarios que residían en el inhóspito y en esos años impenetrable Trichaco.
Como el norte de Salta aún formaba parte del sur de Bolivia, los franciscanos, aguerridos por naturaleza y enfrentando las hostilidades de una región virgen y desconocida para ellos (en su mayoría eran italianos), fundaron primero la misión de Yacuiba y luego la de Tartagal; esta segunda fue incendiada por los aborígenes chiriguanos que habitaban la región en el año 1861.
Para ese entonces los originarios ocupaban las estribaciones serranas, el mismo lugar por donde ellos mismos con su ir y venir abrieron una senda que con el tiempo fue ocupada por los criollos que comercializaban ganado en pie con otras ciudades de Bolivia. La convivencia con los criollos hizo que levantaran una aldea con casitas de adobe y barro y entre todos conformaran ese primer asentamiento poblacional.
En 1924 el franciscano Gabriel Tommasini fundó nuevamente el Centro Misionero de Tartagal instalándose unos 2.000 metros más abajo de los cerros, en lo que hoy es la Parroquia La Purísima. Eso les dio la posibilidad de predicar entre los originarios de la región por lo que fundaron en 1933 la Misión Caraparí. En 1942 fundaron la Misión La Loma y levantaron la capilla, que hoy se erige como un emblema de la historia más reciente de la región.
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