Cuando los niños crecen y entran en la adolescencia suelen avergonzarse de manifestaciones amorosas con sus padres, más si es en público. El caso del joven estadounidense Rain Price no fue la excepción. Cansado de las despedidas matutinas de su papá antes de abordar el bus para ir al colegio, le pidió que lo dejara de hacer.
Un día, Rain le dijo a su madre: “Evita que papá salga”, petición que escuchó su padre, Dale Price, quien en vez de aceptar su deseo, decidió darle una lección a su hijo y enseñarle que en la vida hay mayores problemas por los cuales preocuparse.
Dale, quien se encuentra en condición de discapacidad, logró ingeniarse diversos disfraces durante tres años, uno tras otro más ridículo que el anterior, todo con el objetivo de hacer que Rain se divirtiera de la ocasión y aprendiera que las opiniones de los demás no debían ser más fuertes que las propias.
Actualmente, su hijo tiene 19 años y es un misionero mormón en Liberia (África Occidental), la zona más castigada por la epidemia del ébola. Dale recopiló todas sus ocurrencias en el blog ‘Wave At The Bus’ y lo compartió para que todos los papás del mundo tengan una manera de hacer que sus hijos tomen la vida con una actitud positiva.
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