La determinación que tomó el Vaticano de apartar al exobispo Gustavo Zanchetta trajo calma a los sacerdotes de Orán, que celebran que "la causa se encausó". Aunque, por otro lado, desmintieron los tiempos con los que el Vaticano justificó el ascenso de Zanchetta a pesar de las denuncias que pesaban sobre él. Aseguran que las graves acusaciones de abuso sexual son de vieja data y que se intenta despegar al Papa.
En julio de 2017, cuando el religioso dejó su cargo de un día para el otro sin despedirse de nadie, generó un manto de dudas que nadie supo despejar. Luego, Zanchetta sostuvo que había renunciado por "problemas de salud". Unos meses después fue nombrado asesor de la inmobiliaria del Vaticano en Roma.
Gustavo Zanchetta se graduó en 1991 en la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma. Al regresar al país se acercó a Jorge Bergoglio. En la diócesis de Quilmes estuvo más de dos décadas. Fue denunciado por laicos y personas del clero por abuso de poder y desmanejos económicos.
Pese a eso, desembarcó en San Ramón de la Nueva Orán en 2013, donde estuvo cuatro años. Del norte salteño se fue sin despedirse, lo que generó un misterio. Pocos sabían los verdaderos motivos.
En diciembre de 2017 el papa Francisco lo nombró como consejero de la inmobiliaria del Vaticano.
El viernes la Santa Sede confirmó que fue apartado del cargo.
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